BENITO SOLARES
Benito es el 4to hermano de 7, nació en el departamento de Santa Rosa en 1949, de una familia humilde en posesiones pero rica en valores éticos y humanos. El acceso a la educación en ese entonces en el área rural era dificil, por este motivo apenas pudo completar la primaria, sin embargo siempre mantuvo sus sueños y a los 18 años emprendió su camino hacia el éxito. No fue de la noche a la mañana, fue todo un proceso en el que tuvo que sortear necesidades, dificultades y obstáculos.
Así empieza la historia:
Yo no tenía un poyecto definido para mi vida, pero a los 18 años sentí la
inquietud de moverme del campo a la capital. Mi primera intención era estudiar
de noche y trabajar de día para mantenerme, cosa que nunca logré porque los
horarios variaban mucho en los turnos, trabajaba en una fábrica de calzado en
los molinos preparando el material para hacer las zuelas de los zapatos y
posteriormente en la planta. Trabajé 2 meses en la condal esmerilando la zuela
de los zapatos. Quería que me despidieran y como no lo hicieron tuve que
renunciar porque no me gustaba el trabajo. Fui entonces a trabajar a una
fábrica de chicles 1 año y algunos meses, en el que si tuve un horario regular
en el que si pude inscribirme para continuar mis estudios y me puse a estudiar
inglés ya que me intención era irme a estados unidos, ahí tuve la desagradable
experiencia de que la tercera vez que pedí aumento me sacaron a la fuerza y a
gritos de la empresa. No salí sin antes explicar que el trabajo en el área que
yo trabajaba era fundamental, arduo y pesado y no me parecía lógico y justo que
me pagaran lo mismo que lo que le pagaban a las personas que hacían el trabajo
de destapar los dulces para reciclaje. Luego fui a trabajar a la fábrica de
chicles Clark a dónde llegué con grandes expectativas esperando ser contratado
con un sueldo superior al que tenía en el empleo anterior por tener
conocimientos previos en el área de producción, sin embargo por estar en
formación un sindicato no pude más que mantener el mismo salario con promesas
de incremento el cual nunca se dio porque la empresa cerró por problemas
sindicales. En este empleo conocí a mi primera esposa y madre de mis dos
primeros hijos.
Al salir de ahí me fui a trabajar a la Johnson y Johnson también en el área de producción tuve que
salir de la empresa porque el producto no se estaba moviendo lo suficiente, en
esta empresa el gerente me dio el primer aliciente y en el que sentí que por
primera vez fue valorado mi trabajo ya que reconocieron mi labor pero por ser
de nuevo ingreso fui parte del recorte. Al quedarme sin empleo viví una de las
etapas más difíciles de mi vida, ya habían pasado casi 4 años desde que
abandoné mi pueblo y me vine a la capital y no había logrado el primero
objetivo que era estudiar, no había logrado el segundo objetivo que era juntar
dinero para el viaje a estados unidos, no tenía trabajo, no tenía dinero y
estaba enamorado. Solo me quedaba regresar a mi pueblo, fracasado y como perro
con la cola entre las patas. En ese momento de mi vida lo único que me dio el
valor para no regresarme fracasado fue el amor que sentía por mi novia y seguí
luchando buscando un nuevo empleo y fue ahí dónde se dio la oportunidad de
conocer el campo de las ventas, no sin antes ser en ese momento un elemento que
no llenaba el perfil de un vendedor. Cuándo me pidieron proponer cinco posibles
clientes puse a mi dentista, y que me conoció porque lo visitaba seguido de las
picaduras de dientes de tanto comer chicles. Cuando llego a su clínica y me vió
entrar con el maletín de vendedor de libros me dijo: “no me vas a decir que
estás trabajando en la grolier?” y le pregunté el por qué de su comentario, y
me dijo: “mi hijo trabajó ahí 3 meses y no pudo hacer nada, disculpa no te voy
a comparar con mi hijo que está a punto de cerrar una carrera universitaria,
además nosotros tenemos contactos sociales y vos no, vas a fracasar. Te voy a
presentar a unos parientes dueños de una fábrica y ahí vas a trabajar”. Me hizo
una carta de recomendación en la que puso que yo era su “ahijado”, por razones
que desconozco nunca llegue a conocer a esa persona, después de haber ido dos
veces.
Seguí haciendo el intento de trabajar en ventas aunque los resultados eran
negativos, llegué al extremo de decirle al gerente de ventas que saliera
conmigo a la calle y que me enseñara a vender, logré que saliera y la
experiencia fue negativa pues me sentí que el gerente no podía hacer nada por
mi y que debía devolverle el material, sin embargo en ese momento aprendí y me
dije a mi mismo: “ SI QUIERES ALGO EN
LA VIDA, NO ESPERES QUE OTRO LO HAGA POR TI, LO TIENES QUE HACER TÚ MISMO”.
Después de mucho esfuerzo, de muchos reveses logré realizar la primera
venta y eso fue suficiente para impulsarme a perseguir el éxito en ventas hasta
que lo alcancé.
Mi primera venta la logré 1 mes y medio después de haber empezado a
trabajar y fue tanta la emoción que no pude llenar la solicitud, el cliente
debió llenarla por mí, le expliqué que era mi primera venta y muy amablemente
él llenó el formulario.
La segunda venta no fue nada fácil, también me llevo mucho tiempo y mucho
esfuerzo, pero después de la segunda venta logré el tercer lugar en el concurso
navideño de ventas de la empresa, y 6 meses más tarde logré llegar a supervisor
de ventas de la empresa y en los siguientes 6 meses fui el mejor supervisor de
ventas de la empresa.
Más adelante entré al campo del seguro y fue ahí en el que encontré que de alguna forma por medio de este servicio se podía aportar algo a la seguridad de las familias y de las personas. Decidí que iba a trabajar en forma independiente y puse mi agencia de seguros, con la cual he tenido muchas satisfacciones y me ha permitido sacar adelante a mi familia.
Mi lema es:
“PRIMERO DIOS, SEGUNDO YO Y MI FAMILIA Y TERCERO TODO LO DEMÁS”.
Pienso que las cualidades personales que me permitieron y me permiten sortear las dificultades de la vida son:
Perseverancia, espíritu de lucha contra las adversidades, humildad,
tenacidad, mentalidad positiva de que las cosas se pueden hacer. Si alguien más
lo hizo, uno también puede, lo que se necesita es entrenamiento.
¿Qué le recomendaría a alguien que desea iniciar su propio proyecto?
Lo primero que se conozca a sí mismo y que se enamore de su proyecto, sea
el que sea. Siempre teniendo claro que es lo que quiere hacer en la vida, y
luego que luche y se esfuerce y que confíe en Dios antes que en sus propias
fuerzas. No hay pan suave, todo se consigue con gran esfuerzo, con voluntad,
con mentalidad positiva y dispuesto a pagar el precio del éxito.
¿Considera usted que ha tenido éxito?
El éxito es relativo, depende de qué es lo que se persigue. Si el objetivo
es acumular la mayor cantidad de dinero o si lo que se quiere es hacer algo en
lo que uno aporta algo a la sociedad y uno está satisfecho y en paz con eso.
Con satisfacción de ser un ser humano proactivo capaz de ayudar al necesitado.